martes, 17 de marzo de 2015

RAZAS








APORTES DE LAS RAZAS
Las razas no arribaron solas. Traían sus propias nostalgias, sus tradiciones culturales, sus idiomas, recuerdos imborrables de otros sitios, sus mitos antiguos y/o medievales forjados en distantes territorios, desde aquellos de Mongolia, de los visires, de los vikingos o de Atila. Traían también sus instrumentos musicales fabricados en talleres artesanales centenarios y sus variadas herramientas de trabajo. Los blancos trajeron el padre —símbolo del joropo-: el caballo —noble mirada, fuerza y obediencia— y buscando El Dorado, lo sembraron en el Llano, Diego de Ordaz (1.531), Alonso Herrera, Spira, Federmán, Quesada 1569 y 1542 (Hernán), Hutten, 50 o 60 años, después de la epopeya invasora de finales del siglo XV; llevaron también el ganado de ahí el San Martinero-; los blancos, "los quesadas" trajeron al Llano miles de chibchas, guitarras que volvimos en Colombia, tiples y cuatros; vinieron con sus bandurrias que volvimos en el Llano bandolas pin-pon y luego bandolas llaneras; dejaron el bandolin que se transfirió y adoptó sin cambio al igual que el arpa, a las formas melódicas y armónicas de la naciente cultura mestiza de sabana; la maraca indígena viajó al campesino mestizo del Llano, para relatar con sus propios sonidos secos el baile del caballo, baile que luego fueron de los pies más rudos y sensibles.
Los jesuitas llevaron el ganado a Casanare —de ahí el Casanareño— y construyeron enormes y prósperas haciendas, verdaderos hatos, —siglos XVII y XVIII— con sus leyes y normas surgidas de un equilibrio natural basado en el trabajo, en la educación cristiana que practicaron a favor de los menesterosos. La explotación del trabajo indígena se efectuó bajo argumentos feudales no inquisidores. Comprendieron la vocación natural del aborigen al trabajo comunitario. Fueron los únicos en la Nueva Granada. Su progreso económico ofuscó al Virreinato. Las canciones españolas aragonesas, castellanas o andaluzas dejaron sus sombras, sombras solamente. El idioma, la religión y los hábitos alimenticios blancos, los tomó el criollo, lo mezcló con lo mejor posible del aborigen, lo conjugó con la profunda y rica fuente negra y los adoptó a su realidad productiva, a la verdad de su suelo y de sus aguas, y así edificó otro régimen vital, el suyo, el propio. Logró así vestigios marcados de identidad que se afirmarán de la mano del joropo que se esboza -rítmico aún infantil, a fines del siglo XVIII. Al correr el tiempo, en las noches frías, en los días cálidos, con tormentas o sin ellas, el joropo definirá su rumbo. En sus letras quedará para siempre el romance castellano.
 LOS ACENTOS ESPAÑOLES






Durante los primeros momentos de la cultura popular llanera; los acentos españoles amamantaron el proceso germinal, sumadas a las luces indígenas que en las "reducciones" o haciendas de los jesuitas, en horas de contacto inter e intra-racial, maduraron aportes que, sin percibirlo siquiera, florecieron en los rostros y almas criollas cuya evolución trascendental continuó en el conuco, en la sabana, en los hatos, después de la expulsión de los jesuitas —1.767— pasada la mitad del siglo de los comuneros, unísono con su lucha reivindicativa con la cual los llaneros entregaron su destreza de centauros y lanceros, de valor increíble y habilidad ecuestre no conocida en la cordillera. Y fue en los hatos llaneros, en tiempos de aquella formidable economía de los hijos de Loyola, donde el aporte negro, Orinoco y Meta arriba, extendió los brazos del litoral caribe y cosechó criollos, zambos, llaneros negros arawak como el achagua, y el piapoco, llaneros aborigenes desde siempre. Por ello aparece el cachacero o guahibo, en la confluencia de la nacionalidad, reflejada en las Cuadrillas de San Martín, el pueblo más tradicional y antiguo de los Llanos, centro comercial de la colonia hacia el interior del país. Los criollos andinos hijos del mestizaje del blanco con chibcha, entrarán al Llano a finales del siglo XVIII y se asentarán en suelos sin fronteras y arraigarse para siempre, fundar hatos y pueblos. Su sentimiento entregará algunas fuentes al proceso y lo continuará efectuando con posterioridad en las migraciones permanentes hacia los planos y poco poblados de los Llanos.
Pero ni el rudo torbellino de los Andes, ni la nostálgica cantera el bambuco, mellarán un poco, la sólida estructura del joropo surgida del caney y la caballeriza, amamantada en la sabana y cuajada en la fiesta criolla del parrando o la fiesta pueblerina.

Por ello el joropo no se crió de torbellino, como tampoco los ecos del "cante jondo" Andaluz —como se cree y se pregona-. son sus progenitores. Nada tienen que ver las sevillanas, de corte romántico renacentista, las "seguiriyas" flamencas, con un pasaje o un pajarillo y menos con el "escubillado" compañero de una llanera. Acá el zapateo pata al suelo o cotiza es casco de caballo, relinchar de potra en celo, arranque de potro coleador. Allá el ritmo responde a herencias moras, a giros gitanos, venidos de tiempos remotos y lugares árabes desconocidos. Acá es ritmo de caballo, tarea de la vaquería, jornada sabanera.

VARIANTES DEL JOROPO


















Joropo Llanero


El trabajo en el campo que incluye el arreo de vacas y la doma de caballos, le dieron un toque recio al Joropo Llanero con su baile y canto de porfía o competición (donde uno o más copleros se alternan estableciendo un reto improvisado a través del verso).

Sus orígenes en Venezuela son de los estados Apure, Guárico, Cojedes, Barinas y Portuguesa, y se caracteriza por tocarse con arpas de cuerdas de nylon, cuatro(ambos de origen europeo) y maracas(aporte indígena). En algunos casos se sustituye el arpa por la bandola llanera.

El Joropo del Llano cuenta con más de treinta variantes, en la que destacan, el zumba que zumba, seis por derecho, quirpa , gabán, gavilán, Sanrafael, guacharaca y periquera. Las figuras de baile que se acentúan en estas zonas del país son: el valsiao, toriao, escobillao y el zapatiao.

Joropo Central o Tuyero




Se interpreta en Caracas, Vargas, Miranda, Aragua y Guárico, y se ejecuta con arpa de cuerdas de metal y con maracas. En algunas oportunidades se sustituye el arpa por la bandola de ocho cuerdas.

El Joropo Tuyero se diferencia de los otros joropos por poseer figuras de baile más elegantes y reposadas en concordancia con un arpa más melódica de sonidos metálicos y agudos. Para bailarlo se acostumbra aplanar bien el piso para no levantar polvo y los bailarines se desplacen mejor.

Joropo Centro - Occidental




Es original de Falcón, Lara y Yaracuy y se caracteriza por el golpe y seis figuriao, ambas figuras heredadas del Tamunangue, y su expresión se acopla con el valsiao.

En esta región se lleva a cabo el golpe larense que se ejecuta con instrumentos de cuerda, tales como: el cuatro, cinco y seis larenses, acompañados por la tambora golpera y maracas. Los cantos que acompañan al golpe son a dúo y alternados en coros.

Joropo Oriental




En el estado Nueva Esparta y la Costa Oriental, se baila el golpe y estribillo, se ejecuta en 6 x 8. La dinámica de baile consiste en que las parejas se deben tomar de la mano marcando con los pies un escobillao que adquiere fuerzas combinando medias vueltas y vueltas enteras.

En los estados Sucre, Monagas y Delta Amacuro predomina la variante del Joropo denominada la guacharaca que se basa en dos periodos armónicos, el primero que inicia con la cadencia clásica andaluza y culmina con la revuelta del sanrafael llanero. El Joropo Oriental se interpreta con instrumentos, como la guitarra y el bandolín, el cuatro y, en algunos casos el acordeón y la cureta (tipo de acordeón pequeño).

Joropo de Guayana




Es original de los estados Bolívar y Amazonas, se caracteriza por tener diversas variantes de esta forma musical, tales como el estribillo cotorreado, la jota, el golpe patricio, el manzanares, el sanrafael y el seis guayanés que presenta mayor complejidad ya que está emparentado con el golpe tuyero y el seis llanero.

Joropo Andino o Caracoleado




Es original del estado Mérida, se sustituye el arpa y la bandola por el violín. El Joropo Andino también es conocido como caracoleado por su forma dancística que asemeja a un caracol, debido a que sus exponentes lo bailan zapateando por todo el salón en forma de espiral.

El joropo Caracoleado comienza con el reto que hace el bailarín más desenvuelto de la localidad a los demás exponentes, quienes se incorporan con su pareja uno detrás de otro formando una fila que al ritmo de la música y su zapateo buscan el centro del salón para enroscarse y desenroscarse. Actualmente esta forma de baile es difundida por el Grupo Folklórico San Rafael del Páramo.

Fusiones del Joropo

“Toda música folklórica es producto de múltiples fusiones. Lo importante es que esas fusiones provengan de un desarrollo propio de los pueblos y que adquieran carácter regional. Si un músico en particular quiere realizar nuevas fusiones, tiene que partir del conocimiento de los orígenes de la música y de la danza para que esa fusión sea válida”.

Para el músico y cantautor de joropo llanero, de 25 años de trayectoria musical, Gino González, se debe estar atento a estas fusiones ya que considera que sus letras no son representativas de la verdadera cultura venezolana y presenta valores que modifican de manera negativa la percepción del venezolano en su cultura tradicional.

“Ahora hay mucha canción buena y mucha canción mala, hay muchos músicos que están haciendo música alienante porque es lo que creen que vende. Yo para componer me inspiro en el paisaje del campo y en las verdaderas cosas que son representativas en la vida del campesino venezolano.Yo hago música con contenido consciente, yo busco que la música descifre elementos alienantes de la vida”.


Venezuela necesita de un pueblo que no se deje manipular por culturas foráneas y que apoye su música y tradición con verdadero sentido de pertenencia y amor por la patria. “Apropiarnos de nuestra música es apropiarnos de nuestra identidad para ser un pueblo libre e invencible”, subrayó el musicólogo e investigador venezolano, Rafael Salazar.

CARACTERISTICAS DEL JOROPO

El joropo se caracteriza por ser un baile de parejas enlazadas, donde el hombre sujeta a la mujer con ambas manos. En su temática, el baile plantea el dominio del hombre sobre la mujer: es él quien lleva la iniciativa y quien determina las figuras a realizar. La mujer se limita a observar los movimientos que él hace frente a ella y a seguirlo con habilidad. En el joropo hay dos posiciones principales: una es la de punta de soga, donde se toman ambas manos conservando cierta distancia y la posición del valseo, el hombre pasa la mano derecha por la cintura de la mujer y con la izquierda sujeta la mano derecha de ella, mientras la izquierda descansa sobre el hombro. Cuando el hombre zapatea, la mujer escobillea.

El hombre solo zapatea cuando se producen los repique en el arpa o bandola, es decir cuando lo Llama la Cuerda. En el baile del joropo se utilizan entre otros los siguientes pasos o posiciones: La pareja comienza generalmente con un valseo lento o rápido según el ritmo, seguidamente y partiendo de la primera posición se adelanta un poco el pie derecho a la vez que el izquierdo y retrocede lentamente, estos sin levantarlos del suelo y deslizándolos con suavidad, inmediatamente se adelanta el izquierdo y retrocede el derecho, flexionando ligeramente las rodillas, y así continúa alternadamente el movimiento.




Seguidamente al son del repique del arpa o la bandola, "cuando los llama la cuerda", el hombre zapatea y la mujer escobilla. El primero surge espontáneamente en el bailador y con base en la clase de repique que produzca el instrumento mayor. Generalmente se imita el sonido que produce el caballo al galopar.

El escobillao lo emplea solo la mujer, es un movimiento que se produce a partir de la posición inicial. Se adelanta el pie derecho, después de apoyarse ligeramente en el izquierdo para invertir inmediatamente la posición, los pies se frotan suavemente en el suelo y en forma rápida; la piernas van extendidas.
Al igual que el valseo, en el escobillao se aprecia la gracia y elegancia de la mujer llanera. Otros pasos del joropo popular que se dan en forma general son la Zambullida del Güire, Zamuro en Tasajera, Gabán Sacando Pescao, el Brazo del Perro.


La coreografía del pasaje es la misma que el joropo pero en forma lenta como lo requiera la música.

En resumen las características mas representativas del joropo como son:


  • Es un baile machista y la mujer ser del hombre y él de la música como lo que llamamos "llama la cuerda".
  • siempre se debe bailar en pareja.
  • el hombre zapatea y la mujer siempre escobillado.
  • es un baile autóctono de la región.
  • el dominio la propuesta es del hombre y la mujer solo se deja guiar.


















ORIGEN DEL JOROPO

EL origen del joropo como baile es el fandango español,
Según el músico de música venezolana y caribeña Rafael Salazar, considera que el fandango es una danza fecundatoria negro-africana,que llego a las Antillas a partir de la dispersión de los esclavos traídos por la fuerza a América para las rudas tareas de la agricultura y minería, ademas el joropo encierra en el fandango su origen afroamericano con pequeños aportes indígenas.

Los primeros fandangos llegaron a caracas a principios del siglo XVII, se tocaban en la veladas de los grandes cacaos en las haciendas capitalistas y fueron ejecutados con instrumentos como la bandurria, el instrumento, el clavecín y la bandola.


En el año 1749 el real consulado de Catacas español con apoyo de la Iglesia Católica sanciono este tipo de danza por que, en su opinión, generaba lazo de sexo por los contactos de las manos y los extremosos movimientos propios del baile.Se estableció 2 años de cárcel para los ejecutores y dos meses para los mirones.con el tiempo el joropo se convirtió en un ritmo popular y en cada área cultural el pueblo le incorporo sus propias figuras.



El baile que identifica al llenero es el joropo, con el cual manifiesta  su altivez, gallardía, machismo y algunas actividades de su medio ambiente natural.